lunes, 6 de abril de 2009

Fitoterapia (2 de 2)

La fitoterapia es la técnica médica que se sirve de las plantas (del griego phytos, planta) para combatir las enfermedades y restablecer los equilibrios de la salud.

Galénica de plantas
Para que podamos incorporar una planta a nuestro organismo, esto es, para que sea útil como medicamento, es necesario que sea absorbible y aprovechable por nuestro cuerpo.

La parte de la farmacología que estudia las distintas formas de preparar los medicamentos (incluidos los fitofármacos) se denomina Galénica.

El herbalismo mantienen todas las formas galénicas de la farmacopea habitual e incorpora algunas propias, recordemos las más importantes:

- Para uso interno:
1.- Vía oral:
Líquidos:
- Líquidos para tomar como gotas:
- Aceites esenciales
- Extractos fluidos
- Disoluciones homeopáticas
- Macerados glicerinados
- Líquidos para emplear en grandes cantidades: pociones
- Tisanas
Sólidos:
- Sacarudos granulados
- Píldoras
- Formas secas divididas en dosis:
- Papelillos
- Sellos
- Cápsulas
2.- Vía sublingual: cualquier solución o forma susceptible de ser masticada o chupada.
3.- Vía rectal:
- Supositorios
- Enemas
4.- Vía vaginal: Óvulos
- Vía nasal:
- Gotas nasales
- Pulverización (aerosoles)

- Para uso externo:
- Con acción fundamentalmente local:
1.- Con vehículo graso anhidro (con grasa y sin agua):
- Aceites
- Ceratos
- Vaselina
- Parafina
2.- Crema o leche emulsionada
3.- Formas no grasas (con agua y sin grasa):
- Loción hidroalcohólica
- Siliconas
- Pastas al agua
- Polvos dérmicos
Todas las anteriores son formas farmacéuticas y son usadas con mayor o menor frecuencia en fitoterapia.

Vamos, sin embargo a definir a continuación las más comúnmente empleadas:

Infusión:

Según la farmacopea española es “la dosificación farmacéutica extemporánea caracterizada la cocción poco prolongada del agua a temperatura cercana a la ebullición sobre el producto, seguido de una maceración de 30 minutos”. Para que una infusión esté correctamente realizada es necesario que se cumplan los siguientes requisitos:
1. Mezclar la misma cantidad de agua fría que de planta.
2. Mantener esta mezcla (planta humedecida) 15 minutos.
3. Aportar agua próxima a la ebullición para una proporción de planta en el agua de aproximadamente el 5% (0,9 litros de agua para 50mg de planta).
4. Mantener la mezcla al baño maría, agitándola, 5 minutos.
5. Sacar del baño, tapar y mantener macerando 30 minutos.
6. Colar el líquido resultante y añadir agua hasta completar el litro de mezcla.

Lo que habitualmente se usa en la clínica y llamamos infusión realmente es el Infuso que es una variante del anterior, consistente en calentar 100cc de agua hasta la ebullición; llegada ésta, se retira del fuego y se añaden 5mg de planta (lo que viene a equivaler a una cucharada sopera), se tapa y se deja macerar de 3 a 5 minutos, pasados los cuales, se cuela y se consume.

Decoción:
Según la farmacopea española es “la solución extemporánea consistente en un líquido acuoso extractivo obtenido por la acción continuada del agua a temperatura de ebullición sobre las plantas”. Para realizarla correctamente se deberían seguir los siguientes pasos:

1. Mezclar homogéneamente la misma cantidad de agua fría que de planta en un recipiente con tapa (la proporción sería 50cc de agua en 50mg planta para 1 litro de infusión).
2. Dejar reposar la mezcla 5 minutos.
3. Añadir agua fría hasta el 50% del total (en este caso 450cc) y mezclar bien.
4. Dejar macerar 10 minutos.
5. Colar.
6. Añadir la misma cantidad de agua que el total anterior (500cc).
7. Calentar 15 minutos para partes blandas (hojas, flores, brotes) y 30 minutos para las partes duras (corteza, leños, raíces...)

Lo que se emplea en clínica realmente es la Decocto, simplificación popular de la decocción consistente en calentar 100cc de agua hasta la ebullición, momento en el que se vierte la planta y se tapa el recipiente, dejando entonces que siga hirviendo la mezcla entre 5 y 30 minutos según la parte de la planta usada (e incluso la planta que sea); luego se apaga el fuego y se deja en maceración 15 minutos; se cuela y se consume.

Como podemos observar, el error más frecuente en la práctica habitual tanto en las infusiones (infuso) como en las decocciones (decocto) es no esperar el tiempo suficiente de maceración (es decir, “no dejar reposar la mezcla”). De esta forma lo que se ingiere siempre es agua “un poco impregnada” y no se consigue la verdadera extracción de las sustancias activas de la planta.

- Tisanas: Son mezclas homogeneizadas de plantas sólidas para preparar en forma de decocción (decocto) o infusión (infuso) en proporción generalmente de 2 cucharadas soperas (10mg) por taza de agua (200cc).
- Zumos: es el líquido obtenido por la expresión de toda o parte de una planta fresca.
- Cápsulas: es la forma más prescrita (con la tisana) hoy en fitoterapia. Se preparan introduciendo en las cápsulas polvo fino o extracto seco de las platas. Suelen permitir un máximo de 500mg de sustancia activa.
- Comprimidos: El polvo activo se compacta: la preparación es la misma que en cualquier comprimido químico. Se usan menos que las cápsulas pues suelen permitir un máximo de 100mg de sustancia activa en cada uno y para obtener la dosificación adecuada es necesario tomar hasta 6 u 8 comprimidos cada vez.
- Extractos fluídos: se extraen las sustancias activas de la planta con disolventes adecuados (generalmente alcohol de 70º) que se dejan evaporar hasta que el peso final de la mezcla sea el mismo que el de partida de la planta.

Con esta sustancia se preparan jarabes, gotas, pociones, elixires, etc. que son de fácil dosificación. La diferencia entre estos preparados es el excipiente:

- Gotas: para tomar por boca el excipiente es hidroalcohólico.
- Jarabes: el excipiente es una solución acuosa saturada de azúcar (64%) de peso.
- Pociones: son como los jarabes pero se preparan con menor proporción de sacarosa.
- Elixires: Usan excipientes hidroalcohólicos edulcorados y aromatizados.

- Vahos:
Se preparan sometiendo la planta a la acción del agua hirviendo, lo que genera vapores con componentes volátiles activos que se respiran.
- Inhalaciones: Se usan aceites esenciales con las que, bien se impregna un paño o pañuelo a través del cual se respira, bien se echan en agua en ebullición y se respira como en el caso de los vahos.
- Pomadas, cremas, emplastos, lilimentos, lociones, polvos: son distintas formas de preparar la sustancia activa para aplicarla en la piel. Solo varía el excipiente (vaselina, lanolina, glicerol, agua, alcohol, etc.).

Preguntas más frecuentes en la consulta de fitoterapia
- El uso de las plantas medicinales ¿tiene algún riesgo?, ¿Son inocuas las plantas medicinales?, ¿Tienen efectos secundarios?
Los fitofármacos son medicamentos y, como tales, pueden tener efectos indeseables. Vegetal no es sinónimo de inocuo. No hay que olvidar que la Cicuta o la Belladona son vegetales y sin embargo son mortales ya a bajas dosis.

- ¿Importa la dosificación, la cantidad de planta medicinal a tomar?
Efectivamente importa: se trata de sustancias activas (de hecho muchos de los medicamentos químicos son sustancias que originariamente se aislaron en vegetales) y por ello tienen unos márgenes terapéuticos pasados los cuales se convierten en tóxicas (la diferencia entre un veneno y un medicamento es únicamente la cantidad usada).

- ¿La fitoterapia trata todas las enfermedades?
Con plantas medicinales podemos tratar casi todas las enfermedades no quirúrgicas: se tratarían las mismas dolencias que con otros medicamentos. El tratamiento puede ser curativo, o bien únicamente paliativo sintomático.

-
¿Son iguales todas las plantas medicinales con el mismo nombre?
No siempre. A veces la diferencia en el “apellido” varía la cantidad de principios activos de la misma y por tanto las indicaciones o su efectividad. Por otra parte es importante elegir la parte de la planta que se tiene que usar en cada caso; el uso de un parte no activa inhabilita el tratamiento.

- ¿Qué diferencia hay entre una planta medicinal envasada y una planta a granel? ¿Qué diferencia hay entre las plantas medicinales vendidas en farmacias, las vendidas en herbolarios y las vendidas en los mercados?
La principal diferencia es la Garantía de Calidad. En la planta envasada por un laboratorio, a la venta en el herbolario o la farmacia, el propio laboratorio que etiqueta es garante y se responsabiliza legalmente de una serie de circunstancias: que el contenido es efectivamente esa planta; que la planta está cultivada en las condiciones optimas de abonado y fumigado no químico; que la recolección se ha hecho en el momento adecuado; etc. En resumen, que ha pasado una serie de controles de calidad tanto obligatorios (por parte de las autoridades sanitarias) como, en muchos casos voluntarios. La venta a granel de plantas medicinales está prohibida por la legislación sanitaria en la U.E.

- ¿Quién debe recomendar o prescribir una planta medicinal?
La prescripción de un fitofármaco, como la de cualquier otro medicamento debe ser hecha por un médico, que es el profesional cualificado para hacer el diagnóstico de la enfermedad, valorar el tratamiento adecuado y pautar la dosificación optima.

- En fitoterapia ¿Se usa toda la planta o solo una parte de la misma? ¿Siempre la misma parte? ¿Es indiferente?
No es indiferente. Como se dijo, cada parte de la planta tiene una composición (como ocurre con cada tejido del hombre), y es esa composición la que condiciona su uso e indicaciones.

- ¿Tiene el mismo efecto una infusión que unas gotas o unas cápsulas de la misma planta medicinal?
Si, pero existe un problema de dosificación: para conseguir la misma cantidad de sustancia activa en una infusión hay que beber mucho líquido, mientras que en una extracto seco puede servir con tragarse una cápsula y en un extracto fluido unas cuantas gotas en un dedo de agua. Por otra parte la decocción o la infusión no siempre se realizan de forma adecuada (generalmente no se tiene paciencia para dejarlas reposar). Así pues, de nuevo se trata de un problema de dosificación, por lo que las infusiones y decocciones se dejan para los casos en que son suficientes dosis bajas de la planta.

- ¿La fitoterapia sustituye a la medicación convencional?, ¿Se debe dejar de tomar la medicación habitual?
Depende de los casos: a veces la sustituye, a veces la complementa (disminuyéndola). En cualquier caso es siempre el médico quien deberá decidir y nunca el enfermo por su cuenta.

- ¿Se pueden usar en niños y en embarazadas?
Al igual que todos los medicamentos, las plantas medicinales deben ser usadas con cuidado en las embarazadas, estando algunas totalmente contraindicadas.
En los niños, además de que algunas plantas no deberían usarse, en todos los casos se debe ajuntar la dosis según la edad y el peso de cada uno.

- Si los fitofármacos actúan como los medicamentos químicos, ¿qué ventaja supone usarlos? ¿Por qué puede ser mejor usar una planta medicinal que sus principios activos sintetizados químicamente?
Porque tienen un efecto sinérgico de todos sus componentes, de forma que el efecto global de la planta es superior (a menor dosis y con menor toxicidad) que la suma de los efectos de los principios activos dados por separado. Además unos componentes se potencian entre sí pero otros protegen de los efectos indeseables de los otros.

Autor: Dr. Mariano José Bueno Cortés
Fuente: Biosalud - Instituto de Medicina Biológica y Antienvejecimiento

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