Todas las corrientes eléctricas siempre generan campos electromagnéticos alrededor del material conductor.El doctor Richard Broeringmeyer, editor del Bio-Energy Health Newsletter, dice: “La vida no es posible sin campos electromagnéticos, y la salud óptima no es posible si los campos electromagnéticos están desequilibrados durante largos períodos de tiempo. La energía magnética es la energía de la naturaleza en equilibrio“.
Toda la tierra está totalmente rodeada por su propio campo geomagnético, que a su vez, está influenciado e incluso llega a veces a ser deformado, por los vientos solares, que pueden causar tormentas magnéticas en el campo de la tierra.
Así mismo, por acción de las corrientes directas que circulan por el cerebro humano, nuestra propia cabeza genera sus propios campos electromagnéticos que se extienden hacia afuera a una cierta distancia. La actividad de nuestro cerebro influye directamente sobre la naturaleza y la configuración de ese campo magnético. Es lo que denominamos aura, siendo representada por ejemplo en las pinturas de Santos y personas sagradas. Todo el cuerpo tiene también su propio campo electromagnético con su polo positivo y negativo ( que la Medicina China llama Yang y Yin respectivamente).
De hecho, el doctor Yang dice:
“Cuando se coloca un trozo de acero dentro de un campo electromagnético seconvierte en imán. Dado que nuestros cuerpos están hechos de material conductor yestamos dentro del campo magnético de la Tierra, es lógico suponer que nuestroscuerpos son como imanes. Un imán tiene dos polos, que deben estar ubicados en lalínea central del imán, de lo que se puede deducir fácilmente que los polos denuestro cuerpo han de estar en algún lugar de la cabeza y en la base del abdomen“.
Seguro que has oído hablar más de una vez de los Biorritmos. Son los ciclos electromagnéticos del campo de la tierra, que nos influyen permanentemente. De ahí por ejemplo los 28 días del ciclo menstrual de la mujer, que sigue la influencia cíclica de la luna en el campo de la Tierra. Por ello, más evidente es pensar que los biorritmos humanos también pueden verse afectados por los cables de la electricidad, las transmisiones de microondas y otras fuentes artificiales de energía.
Por ejemplo, las palomas mensajeras, tienen unos cristales de magnetita en la superficie de su cerebro, de modo que pueden sintonizar con el campo de la Tierra y así encuentran el camino a casa, a pesar de las tormentas, nieblas, noche, etc. De hecho, si se les atan pequeñas barras de imán a la cabeza, se desorientan y se pierden.
El doctor Robin Baker, de la Universidad de Manchester, Gran Bretaña, ha localizado en el ser humano una masa similar de cristales de magnetita por encima y detrás de los conductos nasales, ligeramente adelantada con respecto a la glándula pituitaria. Este punto, cuando se domina su manejo, nos da acceso a percepciones e intuiciones profundas, inaccesibles a los no iniciados.
Por encima de la glándula pituitaria, está la glándula pineal. Dicha glándula, secreta varias neurohormonas, entre ella, la melatonina y la serotonina, que influyen en la práctica totalidad de las funciones del organismo, como los cambios de humor, los ritmos de vigilia, sueño, etc. Por ello, se piensa que sea más sensible todavía a las oscilaciones electromagnéticas de los cables de electricidad, la televisión, la radio, los despertadores eléctricos o a pilas, etc. De hecho, el campo electromagnético de la Tierra es de 0,5 miligauss, cuando los cables de electricidad que recorren nuestras ciudades, nuestra casa y despacho, generan un campo de 100 miligauss.
Autor: Dr. Mariano José Bueno Cortés.
Fuente: Biosalud
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Etiquetas: Radiaciones moviles, Radiaciones antenas, Campos electromagneticos
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