viernes, 22 de mayo de 2009

Nuestros suspensos con la comida


Un estudio revela que conocemos las recomendaciones pero no nos alimentamos bien.

Si los españoles nos sometiésemos a un examen sobre hábitos alimenticios estaríamos suspensos. Según un reciente estudio del Observatorio Eroski de Nutrición y Bienestar, ninguno de los grupos poblacionales de nuestro país se alimenta como debería y no parece que las cosas vayan a mejorar a corto plazo. Con una nota de 3,7 sobre 10, los adolescentes españoles están muy lejos de alcanzar el aprobado nutricional.

Pero eso no es todo. Según este estudio, sólo el 16,4 por ciento de los encuestados toma la cantidad adecuada de frutas y verduras; el 96 por ciento no desayuna correctamente y el 80,5 por ciento de la población no toma frutos secos nunca o casi nunca pese a que los expertos los recomiendan porque disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

A la hora de examinarnos, el estudio muestra que conocemos la teoría de las recomendaciones, el problema está en que no las llevamos a cabo por pereza o por falsos mitos sobre los alimentos. "A la gente le han metido en la cabeza que hay que suprimir determinados alimentos de la dieta porque son malos y eso no tiene sentido", asegura Jesús Román Martínez, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), para quien lo más importante es llevar una alimentación completa y variada.

Y es que, mientras se estigmatizan alimentos, y se habla de que una disminución ingesta de alimentos aumenta la longevidad, los expertos señalan la importancia de cuidar el consumo de otros productos y nutrientes que como la sal, los frutos secos, los lácteos o los líquidos solemos descuidar a la hora de buscar nuestra alimentación ideal.

Sal e hipertensión, enemigos irreconciliables

Echar sal a la comida es uno de los principales errores nutricionales de los españoles. Y es que las cantidades de sal que ingerimos diariamente suelen ser excesivas (entre 10 y 15 gramos diarios frente a los 6 gramos que recomienda la Organización Mundial de la Salud) y nuestra salud se resiente. Según un estudio de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la lucha contra la hipertensión Arterial (SEH-LELHA) con motivo de la celebración del día mundial de esta patología el pasado 17 de mayo, tres de cada diez hipertensos lo son a causa de un consumo excesivo de sal.

Los expertos han dado la voz de alarma: con reducir a la mitad el consumo de sal en nuestras comidas, se evitarían entre dos y tres millones de muertes al año. La medida pasa inevitablemente por no añadir sal a los platos en la mesa: sólo la comida rápida y los precocinados proporcionan más del 80 por ciento de las necesidades diarias de sal.

Salsas, ¿amigas o enemigas?

Las salsas son uno de los acompañantes de nuestros platos sobre los que pesa un mayor número de falsos mitos. Por ello, la plataforma "Ponte salsa"; que agrupa a las marcas referentes de salsas en España, ha impartido estos días unos talleres en los que se han desmentido falsas creencias y se han propuesto recetas saludables con salsas.

Aunque muchos las asocian al aumento de calorías o el abandono de la dieta mediterránea, la portavoz nutricional de la plataforma, Raquel Benácer, asegura que "añadir salsa puede hacer que el plato sea más saludable y rico" y ayuda a hacer más atractivos alimentos como los pescados y las verduras. Además, la mayoría de las salsas se elaboran con productos típicos de la dieta mediterránea y nos aportan nutrientes. Así, el ketchup contiene grandes cantidades de licopeno, propios del tomate y la mahonesa aporta omega 3 a través de los aceites vegetales que contiene.

Autor: María Arribas - 22/05/2009
Fuente: www.estarbien.com
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Etiquetas: Productos naturales, Alimentos ecológicos, Complementos nutricionales

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