Sus propiedades refrescantes y su alto contenido en vitaminas las convierten en el mejor aliado contra el calor.
Se acerca el calor y el cambio de tiempo modifica también lo que podemos encontrar en nuestra mesa. Empezamos a decir adiós a las frutas de invierno para dar paso a las refrescantes frutas de verano, que además nos ayudan a mantenernos en forma gracias a su bajo aporte energético, sus propiedades rehidratantes y sus efectos antiestrés que deben a su alto contenido en vitaminas B y C (relacionadas con el metabolismo y con las propiedades antioxidantes) y en betacarotenos.
Los expertos coinciden en que la fruta es una de las mejores elecciones cuando llega el calor porque a sus múltiples beneficios se suma el hecho de que es fácil de comer, se puede disfrutar a cualquier hora como tentempié o desayuno y permite elaborar una gran cantidad de zumos que se convierten en los mejores aliados contra la sed cuando llega el calor. Y no sólo eso. Estudios recientes apuntan a que el consumo de frutas y verduras en las dietas influye positivamente en la mejora de los niveles de colesterol y en la disminución de la grasa corporal, lo cual puede ser determinante en la lucha contra la obesidad.
El mes de mayo nos da la oportunidad de empezar a disfrutar de las propiedades antioxidantes de los melocotones y albaricoques, de los efectos depurativos de las cerezas y astringentes de las frambuesas o del elevado contenido en minerales de la sandía, una de las frutas más recomendables cuando llega el buen tiempo por su elevado contenido en agua (más del 90 por ciento). Y este mes nos da también la última oportunidad para consumir alcachofas, espinacas, calabacines, guisantes, y algunos cítricos como los limones, la naranja y el pomelo.
Autora: María Arribas - 08/05/2009
Fuente: www.estarbien.com
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Etiquetas: Productos naturales, Vitaminas, Complementos nutricionales
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