Quienes padecen patologías o trastornos concretos, deben adaptar la alimentación a sus necesidades con el consejo del médico
Seguir una alimentación sana y equilibrada es fundamental en todas las edades, pero ésta juega un papel especialmente relevante en el colectivo de las personas mayores. Las diferentes patologías que los ancianos suelen sufrir, los medicamentos que toman y la actividad física que realizan determinan el tipo de nutrición que deben llevar.
En primer lugar, la recomendación general es que disminuyan el consumo energético, para evitar el riesgo de obesidad, y sigan una dieta "con tendencia hipocalórica", explica a BIEN Franco Sánchez, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Carlos III de Madrid.
También es muy común que los ancianos tengan dificultades al masticar, lo que les lleva a consumir hidratos de carbono refinados derivados de la harina (como los dulces y el pan). "Esto se debe corregir consumiendo alimentos ricos en fibra, algo presente únicamente en los alimentos vegetales, como los cereales integrales, las frutas, las verduras y las legumbres", afirma este experto.
Si toman medicinas...
Por otra parte, es frecuente que muchas personas mayores tomen medicamentos, en concreto, diuréticos. Esto puede disminuir su nivel de potasio, ácido fólico y el contenido de agua corporal. "Por eso se recomienda que los ancianos beban entre un litro y medio y dos litros de agua al día", manifiesta Sánchez, quien recuerda que es fundamental evitar la deshidratación en este colectivo y recordarles la ingesta de agua, "ya que tienen reducida la sensibilidad a la sed y no la perciben".
En la misma dirección, este endocrino hace hincapié en la necesidad de que todos los ancianos tomen un "suplemento vitamínico de última generación", compuesto con los mínimos dietéticos diarios de nutrición, como vitaminas, oligoelementos y minerales. "En el caso de que tengan defecto de una vitamina en concreto, el suplemento deberá cumplir esa función", añade.
Por otra parte, aquellos ancianos con intolerancia a la lactosa (este problema aumenta con la edad) deberán suplementar su dieta con calcio y vitamina D y tomar leche de soja. Si por el contrario son personas que tienden a sufrir atrofia de mucosas del tubo digestivo, "hay que estar muy atentos de que no les falte vitamina B12 e hierro", apunta.
En relación con la alimentación ligada a la práctica de deporte, Sánchez explica que debido a la baja actividad física que desarrollan los mayores, "éstos suelen tener más riesgo de estreñimiento y poca masa muscular". La solución de estos problemas pasa por el consumo de dietas ricas en fibra y bastante agua, así como por la realización de caminatas diarias a un buen ritmo.
Por último, se debe intentar motivar a los ancianos con trastornos del ánimo para que lleven una nutrición completa.
"Contenidos e Información de Salud"
Estar BIEN 2009
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Etiquetas: Complementos alimenticios, Complementos nutricionales, Dietética y nutrición, Productos Solgar, Vitaminas y minerales, Productos PhytoESP, Oligoelementos , Alimentos ecológicos, Alimentos naturales
Seguir una alimentación sana y equilibrada es fundamental en todas las edades, pero ésta juega un papel especialmente relevante en el colectivo de las personas mayores. Las diferentes patologías que los ancianos suelen sufrir, los medicamentos que toman y la actividad física que realizan determinan el tipo de nutrición que deben llevar.
En primer lugar, la recomendación general es que disminuyan el consumo energético, para evitar el riesgo de obesidad, y sigan una dieta "con tendencia hipocalórica", explica a BIEN Franco Sánchez, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Carlos III de Madrid.
También es muy común que los ancianos tengan dificultades al masticar, lo que les lleva a consumir hidratos de carbono refinados derivados de la harina (como los dulces y el pan). "Esto se debe corregir consumiendo alimentos ricos en fibra, algo presente únicamente en los alimentos vegetales, como los cereales integrales, las frutas, las verduras y las legumbres", afirma este experto.
Si toman medicinas...
Por otra parte, es frecuente que muchas personas mayores tomen medicamentos, en concreto, diuréticos. Esto puede disminuir su nivel de potasio, ácido fólico y el contenido de agua corporal. "Por eso se recomienda que los ancianos beban entre un litro y medio y dos litros de agua al día", manifiesta Sánchez, quien recuerda que es fundamental evitar la deshidratación en este colectivo y recordarles la ingesta de agua, "ya que tienen reducida la sensibilidad a la sed y no la perciben".
En la misma dirección, este endocrino hace hincapié en la necesidad de que todos los ancianos tomen un "suplemento vitamínico de última generación", compuesto con los mínimos dietéticos diarios de nutrición, como vitaminas, oligoelementos y minerales. "En el caso de que tengan defecto de una vitamina en concreto, el suplemento deberá cumplir esa función", añade.
Por otra parte, aquellos ancianos con intolerancia a la lactosa (este problema aumenta con la edad) deberán suplementar su dieta con calcio y vitamina D y tomar leche de soja. Si por el contrario son personas que tienden a sufrir atrofia de mucosas del tubo digestivo, "hay que estar muy atentos de que no les falte vitamina B12 e hierro", apunta.
En relación con la alimentación ligada a la práctica de deporte, Sánchez explica que debido a la baja actividad física que desarrollan los mayores, "éstos suelen tener más riesgo de estreñimiento y poca masa muscular". La solución de estos problemas pasa por el consumo de dietas ricas en fibra y bastante agua, así como por la realización de caminatas diarias a un buen ritmo.
Por último, se debe intentar motivar a los ancianos con trastornos del ánimo para que lleven una nutrición completa.
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